martes, 29 de junio de 2010

Imagine.

Imagina por un momento que tu miedo a perder a alguien te impide hablar, y por ese miedo pierdes a alguien. Imagina que deseas luchar por algo, pero tu miedo te lo impide. Imagina que perdiste lo que más querías por miedo y que aquello que creías que podría volver a hacerte sonreir se va y tú, con desgana y escondido, observas como se va. No ames a quien te ame, ama a quien te guste. Lucha por tenerle, aunque parezca imposible. Enséñame a aplicarme mis propias enseñanzas. Ahora mismo hecho de menos tanto...

lunes, 28 de junio de 2010

Marina y sus ilusiones

Marina se pintó los labios de rojo sangre, posteriormente se aplicó coloretes oscuros para realzar sus pálidos pómulos y pinto sus ojos de un tono oscuro, entre negro y azul, decorando uno de sus ojos con una espiral al lado. Mientras maquillaba su pálida piel también maquillaba sus sentimientos. No quería dar pena, no quería mostrar al mundo que sufría, que solamente era una loca poeta ilusa que tejía sueños y poesías que jamás eran escritas en su mente, mientras lloraba por los metros y los trenes, mientras perdía su mirada porque ya no le quedaban lágrimas o porque no siempre se necesita llorar para sufrir por dentro.
Marina maquillaba su carácter para no mostrar sus sentimientos. Si lloraba en la soledad nadie la veía llorar. Si sufría por amor en secreto la persona a la que amaba jamás veía sus lágrimas ni su sufrimiento, sólo veía su frialdad. Marina perdía gente de ese modo, y los contemplaba irse y alejarse bajo su máscara de frialdad que tanto deseaba quitarse. Mientras miraba con frialdad a su amado, Marina imaginaba historias, recorría mentalmente su cuerpo e imaginaba sus besos. Marina sólo deseaba acercarse a su amado y murmurarle al oído todo lo que le echaba de menos. Pero también sabía que su amado la miraría y le diría que se fuese.

domingo, 27 de junio de 2010

Lágrimas.

Llora. Llora por todos sus errores. Llora por todas sus ilusiones rotas. Le gusta llorar, en el fondo. Le gusta el sabor de las lágrimas, tan salado y amargo, tan dulce a la vez. Le gusta llorar mientras acaricia su cuerpo, así, recordando viejas caricias. Y mientras tanto bebe de sus propias lágrimas, las saborea, las acaricia con la punta de la lengua y espera. Espera sin parar. Está cansada de esperar, olvidar, volver a esperar, volver a olvidar. Por eso ha decidido dejar de olvidar, esta vez no piensa olvidar. Siempre que ha decidido no olvidar ha salido perdiendo. Seguramente ahora no sea diferente. Sólo que está cansada de esperar y olvidar para volver a empezar de cero. Nunca le ha gustado y quiere dejarlo. Necesita ayuda, pero sobretodo necesita voluntad. Y un milagro. Y magia. Y ganas.

Temblor

Tiemba, tiene miedo. Tiene miedo de sí misma, tiene miedo del rechazo, tiene miedo del desengaño, de la desilusión. Por eso tiembla. Y cada temblor es más fuerte, tanto que si ahora mismo se metiese en el mar causaría grandes maremotos. Tiembla su corazón, no sabe que decir, nunca le salen las palabras adecuadas en los momentos adecuados y menos aún sabiendo que cuando salgan de sus labios nada será igual. Todo irá a peor. Por eso tiembla. No quiere perder, aún sabiendo que ya ha perdido. Y tiene miedo de no volver a ver sus ojos mirándola, de no poder volver a perderse en ellos. Por eso tiembla. Él no sabe todo lo que ella tiembla cada vez que le ve. Claro que no.

martes, 22 de junio de 2010

miaau, pareix tret d'una de les meues histories ^^

KlaR17a Vampirilla_BlacK Que sonrisa tan rara. says:
seria bonic..amb la lluna
*o*
i magic, per ser la nit que és
·$1- ·#Hikaru:.·$0 says:
^^
el any que ve! :33
KlaR17a Vampirilla_BlacK Que sonrisa tan rara. says:
jo
encara queden 366 dies
·$1- ·#Hikaru:.·$0 says:
contarem un per un n..n

domingo, 20 de junio de 2010

"Café con sal y leche contensada" - Extraído

Carmen llenó dos tazas con el café y dejó una sobre la mesa, enfrente de Daniel. Posteriormente cogió la otra y vertió algo de leche de una botella en su taza. Después entró a la despensa y salió con un azucarero de hojalata que dejó sobre la mesa. Daniel se puso tres cucharadas de azúcar, Carmen se sirvió cuatro cucharadas, desde muy pequeña le había gustado el dulce.
- ¿Tienes leche condensada?- Preguntó Daniel.
- Claro…tengo en la despensa. Ahora mismo la saco.
La mujer entró a la despensa y volvió a salir con otro bote de hojalata, esta vez era de leche condensada. Daniel volcó el bote sobre su taza de forma delicada y contempló como caía aquello que antes había sido del todo fluido y no demasiado dulce, y que alguien había querido que fuera espeso y empalagoso, pero a la vez reconfortante y delicioso. Retiró el bote cuando vio que tenía suficiente y limpió una gota que caía con el dedo. Se llevó el dedo a la boca y lo lamió con cuidado y paciencia, como si aquella fuera la tarea más hermosa y gratificante del mundo. Acto seguido cogió la cuchara y removió la mezcla con cuidado, paciencia y cariño, sin dejar de lado la elegancia, como aquel hombre que acaricia el cuerpo de una mujer que es nueva para él, recorriéndolo y redescubriéndolo como si fuese la primera vez que tiene uno entre las manos, aunque el hombre haya pasado ya por varias camas. Finalmente sorbió un trago de la bebida.

lunes, 7 de junio de 2010

Las alas del ángel

Quemé las alas del ángel que habitaba en mí, ya no quise volver a verle. Tiré treinta sonrisas a la basura, todas mías, todas grandes, sinceras. Ahora ya no existen. Rompí barreras del sonido y oí explosiones al hacerlo. Y después me arrepentí de haber quemado las alas del ángel que me guiaba. Fui caminando poco a poco, con el deseo de reencontrarme con sus cenizas. Recogí todas y cada una de ellas, por diferentes ciudades, paises y mundos. Jamás logré recomponerlas. Ahora ya no tengo nada. Quiero que vuelvan las alas del ángel. Y ya están tan destrozadas que no se pueden recuperar.

jueves, 3 de junio de 2010

Mi dulce ángel

Mi dulce ángel
Aquel que se fue
Por mi errores.
Mi dulce ángel
Aquel por quien lloraba,
Aquel por quien reía.
Mi dulce ángel
Se marchó
Y se llevó consigo mi vida
Y se llevó consigo mi muerte.
Mi dulce ángel
A quien todavía en sueños
Recorro sus alas con
La punta de mi lengua.
Mi pequeño, mi vida
Mi lágrima, mi caricia
Mi pobre ángel
Al único al que jamás
Quise hacer daño.
Y aquel
Al que más daño hice.
Mi dulce ángel se ha ido
Y nunca volverá.

¿Sabes amor?

¿Sabes amor? Creo que he decidido no mirarte nunca más a los ojos. ¿Sabes amor? Creo que me estás doliendo demasiado, y también creo que yo me merezco ser feliz de una vez por todas. ¿Sabes amor? Me vendiste la miel en los labios para retirármela demasiado pronto. ¿Sabes amor? No soy yo a la única a la que has jodido, le has hecho daño a otra persona. Amor, vengo a escribirte estas palabras para declararme en guerra contra ti. Amor, no entiendes que si haces felices a dos personas no debes separarlas. Amor, me duele. Amor, me está matando, pero a la vez no me deja morir. Amor, también le estás matando a él. Amor, devuélvenos la felicidad, queríamos estar juntos. Amor, haz que el tiempo corra hacia atrás y que nos volvamos a encontrar. Amor, devuélveme lo que me robaste. Amor, devuélvele lo que le robaste.
Amor, creo que ya ninguno de los dos volveremos a verte como antes.