lunes, 7 de junio de 2010

Las alas del ángel

Quemé las alas del ángel que habitaba en mí, ya no quise volver a verle. Tiré treinta sonrisas a la basura, todas mías, todas grandes, sinceras. Ahora ya no existen. Rompí barreras del sonido y oí explosiones al hacerlo. Y después me arrepentí de haber quemado las alas del ángel que me guiaba. Fui caminando poco a poco, con el deseo de reencontrarme con sus cenizas. Recogí todas y cada una de ellas, por diferentes ciudades, paises y mundos. Jamás logré recomponerlas. Ahora ya no tengo nada. Quiero que vuelvan las alas del ángel. Y ya están tan destrozadas que no se pueden recuperar.

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