jueves, 30 de abril de 2009

Aquí y allí

Él se sentaba allí, y ella se encontraba aquí. Ella esperaba tímidamente, creía que él se acercaría alguna vez por aquí, pero él nunca se movía de allí, siempre estaba allí, mientras ella, desde aquí callaba. En muchas ocasiones ella intentó traspasar el umbral que separaba el allí del aquí, pero siempre, cuando estaba a pocos metros del allí siempre, por miedo, retrocedía, y volvía a la seguridad del aquí, aún sabiendo que la aventura se encontraba en el allí, al que poco a poco se fue dificultando el acceso hasta ser prácticamente imposible el acceso a allí, y aquello le causó una gran frustación, y desde aquí ella se lamentaba por haberse percatado demasiado tarde de la existencia de aquel allí, y por la imposibilidad que le suponía acceder a aquel allí, y porque sabía que él se encontraba demasiado bien allí para necesitar acercarse por aquí.
Y así ella se quedaba sentada, sin esperanza, intentando olvidar la existencia de un allí e intentando mejorar su vida en el aquí, dejando el allí como un mundo a parte, ideal, e intentando vivir la vida en el aquí, pues el aquí era lo único que se encontraba a su alcanze, y por ello debía de vivir su vida en el aquí y dejar de imaginarse en el allí, puesto que de imaginación no sólo se vive.

miércoles, 29 de abril de 2009

Gente

Me encanta mirar a la gente por la calle. En serio, parece una santísima gilipollez, pero de verdad que me gusta, cuando ando por la calle fijarme en la gente que pasa, lo cual es raro, puesto que soy miope y si me quiero fijar bien tengo que mirar a la persona fijamente cuando se encuentra a menos de un metro de mí, lo cual repercute en que la gente me mire fatal, pero yo de todos modos me sigo fijando. Hay gente que me llama más la atención, gente que me la llama menos, gente que me inspira ganas de conocerla y gente que creo conocer. También, por supuesto, hay gente que conozco, a esa cuando la veo me dedico a pensar en el sitio al que irá.
Os voy a contar alguna de esas situaciones en las que me una persona me pasa por el lado y me dan mil ganas de saber de ella, ayer, por ejemplo, me pasó a un chico por al lado. Seguramente tendría un año o dos menos que yo, y no es que me atrayese sexualmente ni nada de eso, pero me inspiró curiosidad, puesto que por la forma en la que vestía parecía ir a clase, oyendo música por la calle, y no sé porqué ostias me inspiró curiosidad. Era un personaje peculiar, todo alargado, me recordaba a un cuadro del Greco, en el que los personajes son puramente largos, tenía la barbilla larga, la cara generalmente larga y además era bastante delgado y medianamente alto, como si le hubiesen tirado hacía arriba. Por su indumentaria pensé que iría a clase y punto, pero seguramente esa es una de las personas que si veo sin bolsa de colegio me dedico a pensar en donde irán, soy así de especial.
Después está la gente que me pasa por el lado a toda prisa, casi arrollando, gente estresada, que tiene prisa por llegar a un sitio sin pararse a pensar que, por mucho que corra tiene que llegar igual y que si ya llega tarde va a llegar tarde igual corra más o menos. Pero yo a esa gente les entiendo, puesto que soy igual, yo también corro para llegar, y después me doy cuenta de que si tenía que llegar tarde llegaría igual. Pero bueno, supongo que esto es una manía de esta sociedad, que se empeña cada vez en ser menos española (puesto que la costumbre española es llegar tarde) y no lo consigue, porque sigue tardando igual, sólo que por la calle es como si llevase puesto el botoncito ese del video de avanzar. Pero bueno, que vamos a llegar tarde igual, sinceramente, aquí no se acostumbra a eso de las horas en general (y yo la que menos, pero no digo que no haya gente que no sea puntual ni nada de eso, hay gente puntualísima, excepciones, como en todo).
Pero bueno, no divago más y vuelvo al tema de la gente, que sino puedo ser bastante criticona, sinceramente, lo siento. Bueno, otra gente que, personalmente, me encanta, es la gente que va en parejas, no lo digo irónicamente, me transmite paz, pasión, amor, cariño, buenas vibraciones, en general, pero a la vez me dan algo de envidia también, de todos modos, ya me llegará, tampoco estoy especialmente interesada en que llegue nada ahora. Pues bien, me encanta esa gente, porque cuando se miran, cuando pasan por algún sitio, cuando se encuentran en un sitio, y los veo tan enamorados, me da un nosequé que es como si me pasase eso a mí. Bueno, de las parejas no diré nada más, que sino parezco una pervertida que mira parejas, y no es así, yo sólo veo los que pasan por casualidad por la calle o están por casualidad en un sitio y no los miro mas tiempo que al resto de la gente, que conste.
Por último, hablaré de otra gente que me inspira curiosidad, pero que casi nunca, por no decir nunca, veo. Son los dibujantes de los trenes, estaciones, calle en general. Esas personas que, independientes del mundo y como si no existiese más que ellos y su blog, con un lápiz o bolígrafo, se ponen a dibujar, y se les ve tan concentrados en su mundo que te obligan a guardar silencio cuando pasan y a sentirte importante al ver a alguien creando algo que, en general, suele ser precioso, es como ver la creación de un pequeño mundo o ser de papel a manos de un dios, claro que ni el papel está vivo ni el dibujante es un dios. Pero, de todos modos esas personas son un pequeño mundo, alislado del resto del extraño mundo en el que vivimos, y, sinceramente, en ocasiones a mí también me gustaría alejarme de ese modo del mundo.
En definitiva, el mundo se encuentra lleno de gente que, a veces inspira curiosidad, otras no, otras algo....El mundo es un mundo muy raro y diverso oigan!

martes, 28 de abril de 2009

Ojos

"Mirar sus ojos no suponía sólo mirar, sin sentir nada, y ya está. Mirar sus ojos suponía ver un mundo, un terreno lleno de energía para cuando estabas triste, pues sus ojos no eran una mirada convencional, sus ojos eran de esos que te miraban una vez y se te quedaban grabados para siempre, de esos que sólo te dan dos opciones, amar u odiar, sólo que sus ojos te daban la opción de amar o la opción de quererle tanto que llegabas a odiarle. O le querías, le apreciabas, te parecía de lo mejor, o potenciabas tanto ese sentimiento que le odiabas, le odiabas por que te caía tan bien, pero él a ti ni te miraba, le odiabas porque le querías y él quería a otra persona, le odiabas por odiar, le odiabas por no querer. Pero le odiabas, terriblemente, además. Y después te odiabas a ti mism@ por odiarle de ese modo, porque en el fondo le querías, pero por fuera te reías de sus desgracias intentando convertir todo ese amor en el odio del que antes hablaba. Pero lo cierto era que, independientemente de ser un ser amado u odiado, aquel ser te transmitía demasiada paz como para asumir que un día dejarías de verle, era como uno de esos botones de escape, le das a un botón y te evades, huyes. Pues así era, pero con sus ojos. Mirabas sus ojos, que a primera vista no parecían nada especial, te centrabas en ellos, en encontrar todos sus misterios sin intentar saber nada de su vida, sólo por buscar, y te evadías. Y así te olvidabas de los problemas por un momento, mirando de esa manera sus ojos, y por un momento, un sólo momento en el que aquellos ojos se percataban de que tu mirada les buscaba y se volvían para corresponder te subía una inmensa oleada de felicidad, que se apagaría posteriormente tras haber comprobado que aquellos ojos se habían encontrado con los tuyos por error, pues sabías que jamás poseerías todo aquel pequeño mundo que se escondía en aquellos ojos. Pero seguías fantaseando, y seguías mirando sus ojos, y con aquello te bastabas para ser feliz."

Este es otro de mis blogs

Bueno, este es otro de mis blogs, su título, "Escritos a martillazos", lo puse por la filosofía de Nietzsche, gran filósofo, "Filosofía a martillazos", pero mi blog no contiene solamente textos filosóficos ni nada por el estilo, puesto que yo no soy filósofa ni mucho menos, simplemente es un blog donde expresarme. Así que quienes quieran leer textos míos, poemas y ecceteras que se queden, los que no (la mayoría) que le den a la X de la esquina o que utilicen la maravillosa combinación de teclado Alt + F4 (yo en su lugar es lo que haría)


Que tengan un buen día.