domingo, 27 de junio de 2010

Lágrimas.

Llora. Llora por todos sus errores. Llora por todas sus ilusiones rotas. Le gusta llorar, en el fondo. Le gusta el sabor de las lágrimas, tan salado y amargo, tan dulce a la vez. Le gusta llorar mientras acaricia su cuerpo, así, recordando viejas caricias. Y mientras tanto bebe de sus propias lágrimas, las saborea, las acaricia con la punta de la lengua y espera. Espera sin parar. Está cansada de esperar, olvidar, volver a esperar, volver a olvidar. Por eso ha decidido dejar de olvidar, esta vez no piensa olvidar. Siempre que ha decidido no olvidar ha salido perdiendo. Seguramente ahora no sea diferente. Sólo que está cansada de esperar y olvidar para volver a empezar de cero. Nunca le ha gustado y quiere dejarlo. Necesita ayuda, pero sobretodo necesita voluntad. Y un milagro. Y magia. Y ganas.

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