jueves, 28 de octubre de 2010
Y allí...
Y allí está su corazón, allí, en el fondo de la nada. En el fondo de la nada su corazón se ensombrece día a día, y sus ojos se empañan de lágrimas, su cuerpo de nostalgia. Su corazón le desea, su cuerpo le desea, sus labios le desean. Le ama. Le ama con la mayor fuerza jamás creada. Le ama a cada suspiro. Y contempla su corazón sufrir, lleno rebosantemente de un amor que no puede dar, que le es imposible dar. Tiene miedo. Tiene miedo de mirar sus ojos, porque sabe que cada vez que los mira pasa el tripe de tiempo llorando. Pero a la vez le gusta ese dolor y por eso no resiste y les echa una ojeada. Y entonces ocurre. Y vuelve a llorar, y a temblar. Su cuerpo se estremece con una sola ráfaga de aire. Allí está, llorando, temblando, temiendo. Amando. Le ama. Le ama tanto que podría morir de amor. Le ama tanto que podría someterse a cualquiera de sus palabras. Le ama tanto que se deshace en lágrimas. Y va muriendo lentamente.
domingo, 24 de octubre de 2010
Mentiras.
Voy a contar una mentira enorme, pienso contar la mentira más grande jamás escrita, ni pronunciada. La mentira peor elaborada, la peor disimulada. La mentira que todos podrán hacer creer que creen y que nadie cree en realidad. No pienso poner un simple "no te quiero" de niña pija, ni un "no quiero verte más". Es una mentira mucho más compleja.
En esta mentira mi cuerpo no se siente reconfortado cuando imagino una cama en sus brazos. En esta mentira mi cuerpo no se siente un puzzle sin una pieza. En esta mentira mi mente no juega con ideas estúpidas de andar de la mano por la calle. En esta mentira no te imagino a mi lado de repente, sin desearlo. El caso, me gusta mentir, de forma compleja. Quiero mentir de la forma más compleja existente. Déjame mentir en paz.
En esta mentira mi cuerpo no se siente reconfortado cuando imagino una cama en sus brazos. En esta mentira mi cuerpo no se siente un puzzle sin una pieza. En esta mentira mi mente no juega con ideas estúpidas de andar de la mano por la calle. En esta mentira no te imagino a mi lado de repente, sin desearlo. El caso, me gusta mentir, de forma compleja. Quiero mentir de la forma más compleja existente. Déjame mentir en paz.
jueves, 21 de octubre de 2010
Estallo.
De nuevo hoy
vuelvo a estallar.
Estallo de amor.
¡Pam!
Estallo de ganas.
¡Pam!
Estallo de placer.
¡Pam!
Abandono mi cuerpo.
¡Pam!
Me veo desde fuera.
¡Pam!
Universo espiritual.
¡Pam!¡Pam!
Me desgarro.
¡Pam!
Muero de placer.
¡Pam!
Muero de amor.
¡Pam!¡Pam!
Vuelvo lentamente.
Suspiro.
vuelvo a estallar.
Estallo de amor.
¡Pam!
Estallo de ganas.
¡Pam!
Estallo de placer.
¡Pam!
Abandono mi cuerpo.
¡Pam!
Me veo desde fuera.
¡Pam!
Universo espiritual.
¡Pam!¡Pam!
Me desgarro.
¡Pam!
Muero de placer.
¡Pam!
Muero de amor.
¡Pam!¡Pam!
Vuelvo lentamente.
Suspiro.
miércoles, 6 de octubre de 2010
Día idiota.
Hoy te has dado cuenta de que le echas de menos. Así, sin más. Mirando un mapa del metro has caído en que le echas de menos. No has hecho nada más que recorrer todas las líneas multicolor con los ojos, e imaginado como sería la trayectoria del metro por esas rayas que, aparentemente, parecen distancias cortas y luego, en la aplicación práctica, son demasiado largas. Entonces te has dado cuenta de que le echas de menos, y has apartado la mirada corriendo, sí, justo cuando has leído el nombre de la estación en la que bajabas, recorrías la distancia y te perdías en su boca. Entonces te das cuenta, te apetece perderte en su boca. Te da igual todo, es patético. Tu corazón se está apoderando de tu cerebro. Demasiado patético. No puede ser cierto, no puedes echarle de menos, no, después de tanto tiempo, no después de tantas cosas, no puedes. Y lo cierto es que por una milésima de segundo, al leer el nombre de la estación, has evocado sus besos. Eres idiota, piensas mientras te sientas en un banco y esperas a que llegue tu tren. Demasiado idiota. Sobretodo porque al sentarte lo has vuelto a hacer. Has vuelto a evocarlos. Idiota.
viernes, 10 de septiembre de 2010
La Danza de la Luna
Va a comenzar una hermosa danza, una danza de rayos de luna. Va escondiéndose el Sol, y ella, ambiciosa por ser más hermosa que ninguna, despliega sus faldas hechas de rayos de plata. Los rayos se cojen, danzan en la explanada del monte más hermoso, y lo iluminan todo, dándole a la pequeña montaña un halo de misterio tan hermoso y atrayente que de pronto todos los animales se ponen a bailar. Y todo el mundo danza, y son felices, y ríen y beben el agua del rocío, que va cayendo lento pero refrescante, quitándoles el sudor que tal hermosa y efusiva danza les produce. Y de repente, amor, dolor, tristeza, alegría. Todos esos sentimientos aparecen y se mezclan en la hermosa danza de la Luna, incitados por la música, deseosos de bailar. Pánico, deseo, timidez. Ven a sus hermanos jugando y bailando y deciden bailar. Y todo parece encontrarse en armonía esa noche, en el monte, durante la Danza de la Luna.
martes, 31 de agosto de 2010
Amor...
Amor, ¿Puedes verme? Estoy aquí, tras una ventana imaginaria, la lluvia va cayendo a través de ella, y yo la miro, triste, pero maravillada, la lluvia es hermosa. Y de repente, amor, me doy cuenta, la lluvia que cae no viene del cielo y no está cayendo a través de la ventana. La lluvia que veo procede de mis ojos, reflejados en el cristal. La lluvia que estoy admirando no son más que lágrimas de nostalgia pretendida, que aparece cada vez que pienso en ti. Amor, te echo de menos. Amor...hay tantas cosas que nunca te dije pero que siempre te escribí en textos que nunca te di...Tú fuiste capaz de hacerme sonreir aquellos días en los que yo no paraba de llorar, con sólo una frase me hacías reir a carcajadas. Tú me volviste a hacer especial. Tú...
Amor, desaparezco cuando me place, pues tengo miedo de amarte. Amor, ¿sabes lo duro que me resultaría enamorarme de ti sabiendo que tú no lo estás de mí? Amor, quiero escribirte palabras bellas, hermosas, sencillas, y quiero que las veas. Amor, te quiero de nuevo a mi lado, no me olvides. Yo no te he olvidado, amor. Tú sigues presente en mí, amor. Por mucho que diga que te odie, no puedo olvidarte. Es tan difícil, amor...Demasiado difícil.
Amor, desaparezco cuando me place, pues tengo miedo de amarte. Amor, ¿sabes lo duro que me resultaría enamorarme de ti sabiendo que tú no lo estás de mí? Amor, quiero escribirte palabras bellas, hermosas, sencillas, y quiero que las veas. Amor, te quiero de nuevo a mi lado, no me olvides. Yo no te he olvidado, amor. Tú sigues presente en mí, amor. Por mucho que diga que te odie, no puedo olvidarte. Es tan difícil, amor...Demasiado difícil.
sábado, 14 de agosto de 2010
Wishes
Quiero fundirme en tu cuerpo. Es una petición tan típica, tan tonta, tan estúpida que suena casi a nada y que a la vez es todo. Quiero entrelazar tus brazos con los míos, tus piernas entre las mías, mientras me fundo en mil besos de tus labios que sepan a fresa ácida. Quiero que me acaricies lentamente, que me fundas contigo, que me duermas, que me lleves a mundos insospechados, que me mires a los ojos mientras mi mente vuela lejos y desaparece en sitios en los que nunca podrías imaginarte que estoy. Quiero que me hagas reír hasta que salten mis lágrimas, y que las lamas hasta calmar tu sed. Quiero que bebas lento, mientras tu boca desciende por mi cara trazando extraños dibujos asimétricos que significan paraisos de colores desconocidos para el hombre. Quiero que me dejes una flor en mi cama cuando te marches, que nunca se marchite y olerla todos los días, quiero que la flor huela al menos la mitad de dulce de lo que hueles tú. Quiero ir bebiendo de tu boca, respirando de la frescura de tu mirada, y, mientras tanto, unir nuestros cuerpos en uno. Quiero dejar de ser yo por cinco minutos y convertirme en el títere que mueves con tus caricias. Quiero que dejes que te convierta después en mi títere, que me dejes bailarte a mi antojo e irte probando, ir jugando, ir amándote sin parar.
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