martes, 3 de mayo de 2011

Eso es

Cuando los dedos no te responden ante lo que quieres escribir, cuando tiemblas y te duele todo, cuando destrozas uno a uno todos los recuerdos, es entonces cuando sientes que has perdido una ilusión. Cuando el destino te hizo probar algo, cuando lo lamiste, lo saboreaste y pensaste que te gustaba, que te gustaba más que cualquier otra cosa, que quizás lo preferías más que cualquier otra cosa, cuando estabas a punto de quedártelo, de repente te lo quitó. Te lo quitó y se rió de ti en tu cara, te lo quitó mientras se regozijaba en tu estupidez, te lo quitó y no te lo quiso devolver. Empapó de miel tus labios para burlarse de ti el destino, y tú, que por fin volvías a sonreír, que por fin escribías versos hermosos y alegres, tú te moriste por dentro. Y ahora tú le juras al destino que jamás en la vida volverás a creer en él, tú le declaras la guerra, tú lo eliminas, y para ti ya no existe. Adiós.

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